El primer amor no termina,
agradécelo en vida.
agradécelo en vida.
¿Recuerdas quién fue tu primer noviazgo? ¡Sí! Esa persona, esa de la que podemos decir... ¡sí fue algo más formal! ¿Sabes qué? Ése primer amor aún no termina, ya que, ¡aún lo tienes en la mira!
Así que... ¡personas viudas, casadas, solteras y divorciadas! Demos gracias a ése primer amor, tal experiencia que viviste, es una vivencia que te durará toda la vida, así que lo mejor es... ¡agradecerlo!
¿Cómo lo agradezco yo? Ni en secundaria ni en prepatatoria tuve novia, sin embargo era para mí grata la espera, incluso llegué a pensar, en mi mente adolescente, ¿dónde estará, en qué parte del mundo se ubica esa chica que ha de convertirse en mi adorada primera novia?
Es muy sencillo hallar personas por conocer en las redes sociales actualmente, ¿cómo conocí yo a alguien especial a finales de los noventas en el siglo pasado? Estaba yo frente a las revistas en una tienda de los búhos. Me puse a hojear la revista Eres, hallé en ella la sección: ¿Y tú quién eres?
Aquí solamente se detallaban el nombre, el domicilio postal y la edad de la persona, con el fin de entablar una comunicación por cartas, una buena idea en un contexto donde no había redes sociales ni celulares.
¡Me compré la revista! Elegí cinco chicas y a todas les mandé su carta. Solamente 3 me contestaron, entre estas, ella, Alma Flores.
Nombre y apellido hacían honor a su forma de escribir, ¡vaya cartas emotivas! No sé ustedes, yo antes de tener mi primera novia, soñé con un amor romántico, un complemento ideal, una forma de andar sobre las nubes ante la realidad terrenal.
Y fue por cartas que nos compartimos sentimientos e ideas, vía telefónica nos regalamos conversaciones apasionadas, sin mayor relevancia, que compartir el día a día,
¡Maravillosos momentos! ¿Los recuerdas, valoras los emocionantes instantes compartidos dentro de tu primer vínculo amoroso de pareja? El primer amor no termina, agradécelo: en vida.
Como en un principio solamente nos empezamos a conocer por cartas y telefonemas, usé mi imaginación para imaginármela, esculpí con mi mente una mujer fantástica, cuando ella me dijo: - yo tengo los labios en forma de corazón - ¡Ooooh! ¡Qué maravilla! Me la imaginé todita.
Y fue por cartas que intercambiamos fotografías, ¡cáspita! contrastar ese retrato con la imagen que yo me había inventado en mi mente, fue un baño primer baño de realidad.
Sin embargo, su alma, su ser, eso es lo que me tenía prendado y no dudé en declararle mi amor por cartas, incluso sin haber tenido la primera cita.
Así es camarada, ¿qué te llevas del primer noviazgo? Momentos y aprendizajes. ¿Imaginas mi nerviosismo ante la posibilidad de que me dijera que sí?
Fue una tarde de, me encontraba en mi recámara, aguardaba la llamada de Alma, las tardes de viernes eran buenas para charlar más por teléfono. cuando por teléfono, Alma me contestó mi carta de declaración amorosa, ¿saben qué me contestó?
Ella me dijo que sí. En ese momento, me sentí uno con el universo, viviendo el cielo en la tierra, escuchando su hermosa voz, que me anunciaba la presencia de una chica maravillosa.
Estos recuerdos son evidencia de que el primer amor no termina, agradécelo: en vida. ¿Cómo? Honrando los buenos recuerdos, reviviéndolos para cultivar tus memorias atesorables.
Hasta ese momento, toda la comunicación había sido por cartas, sin embargo, ya como novios a distancia, me pareció que era prudente, necesario, valioso, que tuviésemos... ¡la primera cita!
Y se lo propuse, pero ella, ella tenía miedo, me ponía pretextos, que si tenía que estudiar, que si iba a salir con su mamá, yo fui paciente, pues yo quería ser un comprensivo novio.
Y como no había "San Google" me compré un libro: Tácticas Amorosas de los autores McKnight y Phillips. Según este libro, tenía que darle un ultimátum. Lo hice y finalmente, ella accedió a que por fin, tuviéramos la primera cita.
Todos estos momentos emocionantes son un tesoro, por eso el primer amor no termina, en tiempo presente, he revivido contigo estas memorias atesorables.
Finalmente, he vivido más de 70 citas primeras, más de 45 besos primeros, más de 7 noviazgos y... estoy soltero, aún sigo con la esperanza de construir una historia final, que me lleve a una familia propia.
En mi tesis de licenciatura escribí en la página de dedicatorias: a mi futura y hoy desconocida esposa. Porque el primer amor no termina, se agredece: en vida.
Así que... ¡personas viudas, casadas, solteras y divorciadas! Demos gracias a ése primer amor, tal experiencia que viviste, es una vivencia que te durará toda la vida, así que lo mejor es... ¡agradecerlo!
¿Cómo lo agradezco yo? Ni en secundaria ni en prepatatoria tuve novia, sin embargo era para mí grata la espera, incluso llegué a pensar, en mi mente adolescente, ¿dónde estará, en qué parte del mundo se ubica esa chica que ha de convertirse en mi adorada primera novia?
Es muy sencillo hallar personas por conocer en las redes sociales actualmente, ¿cómo conocí yo a alguien especial a finales de los noventas en el siglo pasado? Estaba yo frente a las revistas en una tienda de los búhos. Me puse a hojear la revista Eres, hallé en ella la sección: ¿Y tú quién eres?
Aquí solamente se detallaban el nombre, el domicilio postal y la edad de la persona, con el fin de entablar una comunicación por cartas, una buena idea en un contexto donde no había redes sociales ni celulares.
¡Me compré la revista! Elegí cinco chicas y a todas les mandé su carta. Solamente 3 me contestaron, entre estas, ella, Alma Flores.
Nombre y apellido hacían honor a su forma de escribir, ¡vaya cartas emotivas! No sé ustedes, yo antes de tener mi primera novia, soñé con un amor romántico, un complemento ideal, una forma de andar sobre las nubes ante la realidad terrenal.
Y fue por cartas que nos compartimos sentimientos e ideas, vía telefónica nos regalamos conversaciones apasionadas, sin mayor relevancia, que compartir el día a día,
¡Maravillosos momentos! ¿Los recuerdas, valoras los emocionantes instantes compartidos dentro de tu primer vínculo amoroso de pareja? El primer amor no termina, agradécelo: en vida.
Como en un principio solamente nos empezamos a conocer por cartas y telefonemas, usé mi imaginación para imaginármela, esculpí con mi mente una mujer fantástica, cuando ella me dijo: - yo tengo los labios en forma de corazón - ¡Ooooh! ¡Qué maravilla! Me la imaginé todita.
Y fue por cartas que intercambiamos fotografías, ¡cáspita! contrastar ese retrato con la imagen que yo me había inventado en mi mente, fue un baño primer baño de realidad.
Sin embargo, su alma, su ser, eso es lo que me tenía prendado y no dudé en declararle mi amor por cartas, incluso sin haber tenido la primera cita.
Así es camarada, ¿qué te llevas del primer noviazgo? Momentos y aprendizajes. ¿Imaginas mi nerviosismo ante la posibilidad de que me dijera que sí?
Fue una tarde de, me encontraba en mi recámara, aguardaba la llamada de Alma, las tardes de viernes eran buenas para charlar más por teléfono. cuando por teléfono, Alma me contestó mi carta de declaración amorosa, ¿saben qué me contestó?
Ella me dijo que sí. En ese momento, me sentí uno con el universo, viviendo el cielo en la tierra, escuchando su hermosa voz, que me anunciaba la presencia de una chica maravillosa.
Estos recuerdos son evidencia de que el primer amor no termina, agradécelo: en vida. ¿Cómo? Honrando los buenos recuerdos, reviviéndolos para cultivar tus memorias atesorables.
Hasta ese momento, toda la comunicación había sido por cartas, sin embargo, ya como novios a distancia, me pareció que era prudente, necesario, valioso, que tuviésemos... ¡la primera cita!
Y se lo propuse, pero ella, ella tenía miedo, me ponía pretextos, que si tenía que estudiar, que si iba a salir con su mamá, yo fui paciente, pues yo quería ser un comprensivo novio.
Y como no había "San Google" me compré un libro: Tácticas Amorosas de los autores McKnight y Phillips. Según este libro, tenía que darle un ultimátum. Lo hice y finalmente, ella accedió a que por fin, tuviéramos la primera cita.
Todos estos momentos emocionantes son un tesoro, por eso el primer amor no termina, en tiempo presente, he revivido contigo estas memorias atesorables.
Finalmente, he vivido más de 70 citas primeras, más de 45 besos primeros, más de 7 noviazgos y... estoy soltero, aún sigo con la esperanza de construir una historia final, que me lleve a una familia propia.
En mi tesis de licenciatura escribí en la página de dedicatorias: a mi futura y hoy desconocida esposa. Porque el primer amor no termina, se agredece: en vida.
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